Combatir el hambre y conseguir recursos para proporcionar alimentos a las entidades benéficas oficialmente reconocidas, que son las que con su capilaridad las reparten a los colectivos más necesitados y más olvidados de nuestra sociedad.
En España, 4,1 millones de personas (8% de la población) que se encuentran en situación de exclusión social severa.
La primera consecuencia de la pobreza es el hambre y la malnutrición, que además de constituir causas fundamentales de sufrimiento, tienen consecuencias directas sobre la salud y el desarrollo. A raiz de la crisis producida por la pandemia COVID-19 ha incrementado el estado de necesidad de los más desfavorecidos y se estima que el aumento de demanda de ayuda de alimentos se sitúa entre el 30 y 40% sobre los datos anteriores.
En 2019, Los Bancos de Alimentos que constituyen FESBAL atendieron a 1.050.000 beneficiarios, de los cuales, unos 50.000 son lactantes. Cifras se han modificado al alza como consecuencia del COVID-19, por este motivo el proyecto se enfoca a cubrir la alimentación de los bebés con edades comprendidas entre 6 y 12 meses. Y se ha considerado que se basa en leche de continuación (complementada o no con cereales), y potitos/tarritos de verdura y pollo/vacuno, y de frutas.
Estos alimentos se distribuirán a casi 100 familias con hijos de 6 a 12 meses a través de los 54 Bancos de Alimentos distribuidos por todas las provincias del país que constituyen la Federación Española de Bancos de Alimentos FESBAL .
- Adquisición de alimentos infantiles (leche -complementada o no con cereales-, y potitos/tarritos de verdura y pollo/vacuno, y de frutas).
- Distribución entre familias vulnerables con hijos menores a través de las entidades benéficas colaboradoras de los bancos de alimentos.
Gracias a los empleados de Repsol se podrá cubrir la alimentación de 60 bebés durante 100 días.
FESBAL (web)

